CLAVES DEL ANÁLISIS
Con la crisis económica de 2007, el mercado de alquileres de habitaciones u hogares de corta duración experimentó un impulso considerable. La necesidad de los propietarios de rentabilizar sus propiedades los llevó a realizar alquileres distintos a los convencionales de larga duración para poder hacer frente al precio de las hipotecas y a la delicada situación económica que estaba viviendo la sociedad. Desde entonces, el home-sharing se ha convertido en una alternativa para obtener beneficio económico de los hogares, especialmente si se considera la rentabilidad que ofrece en comparación a alquileres de otro tipo.
El home-sharing tiene especial auge durante los periodos turísticos de temporada alta, pues los turistas suelen hacer uso de esta modalidad de alquiler bien para hacer frente a los altos costes de los hoteles o para obtener un tipo de estancia similar a un hogar propio. Tan solo en España, el número de turistas que alquilan hogares vacacionales ha aumentado considerablemente en los últimos tres años, yendo de los 6,51 millones de turistas en 2015 a más de 9,73 millones en 2018.
Entre las principales plataformas de alquiler de viviendas de corta duración destacan Airbnb, FlipKey, VRBO (anteriormente conocido como HomeAway), TurnKey y Vacasa. El auge de estas empresas en el mercado es impresionante. De hecho, las ganancias registradas por Airbnb en España aumentaron en un 180% de 2015 a 2019, consiguiendo 7,37 millones de euros.
Los costes del alquiler de corta estancia suelen incluir los consumos y suministros de electricidad, gas, agua e internet, así como los impuestos de la vivienda y otros gastos relacionados como la comunidad de vecinos y la gestión administrativa. Además, se precisa disponer de una licencia turística que tiene un coste que oscila entre 70 y 300 euros según la localización.
Por otra parte, entre las principales ventajas del home-sharing, destacan:
Asimismo, entre las principales desventajas del home-sharing se encuentran:
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los propietarios son los daños que las personas pueden hacer a sus hogares, puesto que muchos de los seguros de hogar tradicional no son suficientes para respaldar situaciones que puedan generarse durante la estadía de inquilinos por estancias cortas. El propietario suele ser el responsable de pagar por las reparaciones, incluidas en las zonas comunes. Así, también puede ocurrir que el inquilino tenga un accidente dentro del hogar, haciendo que el propietario deba pagar por los gastos médicos derivados. Por otra parte, a pesar de que la mayoría de las plataformas de alquiler de habitaciones u hogares vacacionales ofrezcan la posibilidad de establecer reglas, esto no exime la posibilidad de que los inquilinos realicen actividades que vayan en contra de las normas de la comunidad o, incluso las leyes (fiestas en horarios prohibidos, consumo de sustancias ilícitas, entre otros).
En este ámbito, algunas compañías aseguradoras han decidido colaborar con empresas de alquiler de viviendas vacacionales para ofrecer paquetes de seguros hechos especialmente para alquileres de corta o media duración. Mediante colaboraciones directas o indirectas, las ofertas de seguros para home-sharing empiezan a verse cada vez más en los catálogos de producto de compañías aseguradoras. Esta situación ofrece una oportunidad de expansión en el mercado asegurador, brindando una nueva área de negocio que, sin duda alguna, generará grandes beneficios a las empresas mientras da estabilidad y tranquilidad a los propietarios de hogares que se alquilan bajo la modalidad de home-sharing.
En el mercado español no existen a día de hoy compañías aseguradoras que trabajen directamente con empresas de alquiler de habitaciones y hogar de corta y media duración como proveedor exclusivo de seguros para el propietario en sus plataformas. No obstante, a nivel internacional, son algunos los casos de éxito que pueden ser citados: