7 de septiembre de 2021
CLAVES DEL ANÁLISIS
Hablar de cohousing es hablar de una vida en comunidad. Una cooperativa en la que se está acompañado de otras personas con las que se comparte muchos espacios, actividades y gastos totalmente planificadas por ellos mismos acorde a sus necesidades (jardines, salas comunitarias, salas de juegos, biblioteca, huertos urbanos, terrazas, guarderías…), pero también tener una cierta independencia y privacidad al disponer cada uno de su propia vivienda personalizada.
Vivienda, transporte, ocio, finanzas, moda, comida, cultura y muchos más son los sectores a los que ha llegado la economía compartida, la cual se prevé que crezca hasta llegar a los 335.000 millones de dólares en 2025, según datos recogidos por Statista. Además, se prevé que las empresas dedicadas a la economía colaborativa crecerán un 2.133% en 12 años.
En relación con la vivienda, en España, según datos de Tinsa, el precio de la vivienda ha vuelto a subir en el segundo trimestre de 2021, su valor se ha situado en 1.421 €/m2, un 2% más que en el segundo trimestre de 2020, siendo San Sebastián (3.686€/m2), Barcelona (3.359€/m2) y Madrid (3.088€/m2) las ciudades más caras para comprar una casa.
Este crecimiento y alto coste de la vivienda es lo que está motivando el aumento, por parte de la población, del uso de otras opciones alternativas como el llamado ‘cohousing” o vivienda colaborativa. Un nuevo modelo en el que los usuarios comparten espacios comunes, pero que al mismo tiempo cada uno tiene su vivienda o espacio privado para ser al mismo tiempo independientes y tener privacidad.
El fenómeno del cohousing proviene de Dinamarca, de hecho, en la actualidad en este país aproximadamente el 10% de las comunidades funcionan así, y en Suecia ese porcentaje llega al 35%.
Lo que al principio parecía una tendencia reservada para un tipo de población más joven, actualmente se ha extendido a todos los rangos de edad, llegando a ser incluso una de las modalidades preferidas por las personas más mayores.
El “Senior Cohousing” nace a partir de una necesidad real. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España más de 2,5 millones de mayores de 65 años viven solos. De estos, más de 850.000 tienen 80 o más años y en su gran mayoría son mujeres. Por otro lado, de acuerdo con un estudio de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UPD), un 53,9 % de los mayores de nuestro país no desea acabar en una residencia de ancianos.
Esta soledad, unida al hecho de que muchos de ellos no quieren pasar el resto de su vida en una residencia, van ligados a un sentimiento de tristeza que puede llegar a provocar problemas de salud y mentales en esta población.
Para combatir este problema es por lo que ha surgido la tendencia del Senior Cohousing, una práctica cada vez más establecida y acogida por este grupo generacional, y que en España crece con los años. Según datos de Movicoma, en 2017 se identificaron alrededor de 30 proyectos de cohousing para mayores, mientras que en 2019 Cohousing Spain registró alrededor de 80 iniciativas en distintas fases de desarrollo, y actualmente ya hay más de 200 comunidades entre activas y en desarrollo en nuestro país.
Las principales razones por las que una persona mayor decide ingresar o formar parte de un cohousing son: soledad (30%), porque lo consideran la mejor opción para ellos (20%), por vivir en comunidad (15%), no tener carga de hijos (15%) y por viudedad (10%). Estos motivos cambian bastante cuando se refiere al ingreso en centros residenciales, donde las principales razones son, dependencia (50%), económico (25%) y soledad (20%), según los datos del estudio “Cohousing de personas mayores. Un recurso residencial emergente”, realizado por Elsa Gummà Serra y María Rosario Castilla Mora, trabajadoras sociales.
Además, según datos de este mismo estudio, hay una mejor aceptación por parte de las personas mayores de los cohousing que de las residencias, destacando un 93,7% de aceptación de los cohousing, y un 71,2% de las residencias.
Principales beneficios del Senior Cohousing:
CASOS DE ÉXITO
Actualmente, en España ya existen más de 200 comunidades activas y en desarrollo en nuestro país. Veamos algunas de estas iniciativas: