Al tratarse de una herramienta entrenada en base a millones de parámetros, y que va aprendiendo a través de su uso, todavía desconocemos hasta qué nivel de desarrollo puede llegar ChatGPT en un futuro. Por lo tanto, se cree que la gran mayoría de sus funcionalidades disruptivas todavía no han sido descubiertas.

Sin embargo, por el momento, aunque el chatbot ya es capaz de explicar conceptos o ideas, así como dar una respuesta coherente a casi cualquier pregunta, todavía necesita más desarrollo para llegar a ser 100% fiable y preciso en todas sus respuestas.

Sin duda ChatGPT va a ser capaz de reemplazar parte de las tareas de los asesores financieros, especialmente en todo aquello que tiene que ver con respuesta a consultas sobre educación financiera, pero no se puede afirmar por ahora que vaya a reemplazarlas por completo si no que todo apunta a que va a convertirse en una herramienta de apoyo para los profesionales humanos. También va a poder ser utilizado como servicio integrable en las webs y plataformas de atención al cliente para resolver cuestiones informativas a través de una experiencia conversacional más avanzada.

ChatGPT puede ser de gran utilidad, por ejemplo, para solicitar información sobre el funcionamiento de productos financieros, quizá desde una perspectiva más educativa que comercial.

Sin embargo, hoy por hoy no puede sustituir a un buscador ni a un comparador online a la hora de llevar a cabo análisis de precios y prestaciones, acceder a información sobre productos o hacer recomendaciones personalizadas.

Por lo tanto, el desarrollo de ChatGPT puede tener potencial únicamente para llevar a cabo cierta parte de las tareas ejecutadas por los agentes de seguros, principalmente en lo que tiene que ver con la información a los consumidores a un nivel más general. Sin embargo, a día de hoy, todavía es improbable que ChatGPT pueda llegar a reemplazar por completo la labor de un asesor humano o a alcanzar el mismo nivel de influencia en la toma de decisiones del consumidor. Por otro lado, en el ámbito de los seguros, existen situaciones únicas y complejas que requieren de un conocimiento y un análisis muy individualizado de cada caso, que solo puede ser resuelto a través del juicio humano.

Además, la versión que ya se ha hecho disponible al público todavía está en fase beta y aún queda mucho trabajo por hacer para que sea realmente escalable y para garantizar que no comete errores en la información ofrecida o que incurra en sesgos que puedan afectar desde un punto de vista ético.

Y es que el nivel de precisión y fiabilidad de sus respuestas todavía varía en función de la complejidad de la pregunta y los datos en base a los que ha sido entrenado el sistema.

No obstante, a pesar de estas barreras iniciales, el lanzamiento de ChatGPT es el preludio de un paso de gigante en la evolución de la llamada Cuarta Revolución Industrial y tiene potencial para marcar un antes y un después en lo relativo a la automatización del trabajo en áreas como la educación o la atención al cliente. Por otro lado, su gran potencial a nivel comercial está en sus capacidades de integración.